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31 años en el Mundo: La historia más viva que nunca


Por Maxi Aguiar 🇦🇷


¿Se pueden resumir 31 años de historia mundial en 1 página? Seguro que no, pero haremos un esfuerzo.

En 1985, cuando nacía El Nuevo Diario, el mundo transitaba los últimos años de la Guerra Fría, para el aparato cultural de los EEUU todos los malos eran rusos. Cabe recordar el malvadísimo Ivan Drago, boxeador adepto a las malas artes deportivas y, por supuesto, ruso. Ese mundo bipolar definía los alineamientos mundiales, y hacía poco había retornado la democracia a nuestro país, democracia “con la que se come, se cura y se educa”, según el célebre discurso de Alfonsín. Ese movimiento de retorno a la democracia atravesó la región, en la que la mayoría de los países Latinoamericanos celebró elecciones en un lapso de 5 años.

La declinación del bloque soviético desencadenó en la perestroika de Gorbachov en la URSS, la caída del muro de Berlín, la ejecución del dictador Ceaucescu y su esposa en Rumania, y al posterior desmembramiento de la Unión Soviética. En América Latina se desencadenan severas crisis económicas con altísimas tasas de inflación en algunos países y crisis de deuda externa en otros.


El Mundo Unipolar


Surge una especie de “Mundo Unipoliar” en el que los Estados Unidos emerge como la única potencia dominante, nueva etapa que fue expresado de manera brutal por el texto de Francis Fukuyama “El fin de la Historia y el último hombre”, en el que el autor planteaba que este mundo unipolar había venido a quedarse… para siempre. Pero como la historia se resiste a desaparecer, en busca de un nuevo equilibrio mundial, se constituyó la Unión Europea en 1993 con el objetivo de ganar peso regional, y superar la atomización previa. Al mismo tiempo, entra en su segunda etapa la Reforma Económica China, que sentó las bases de un acelerado y sostenido proceso de crecimiento para ese país, en las décadas que siguieron. En Latinoamérica, en tanto, era época de neoliberalismo y privatizaciones en masa. En 1991 se crea el Mercosur como herramienta de integración regional, se fortalece la Comunidad Andina y se encara la expansión del “Tratado de Libre Comercio de América del Norte” hacia el “Área de Libre Comercio de las Américas” (ALCA), como herramienta para generar un área económica continental, por supuesto liderada por los Estados Unidos.


Las Torres Gemelas y El Crecimiento Chino


El atentado de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 marca un quiebre en la política internacional. Atacado dentro de su territorio por un grupo terrorista, los Estados Unidos comienzan un raid de guerras e invasiones en Medio Oriente, comenzando solo un mes después de los atentados con la Guerra de Afganistán.

Estas guerras no son algo propio sólo de esa década, ya que desde hace siglos, el control de la producción y comercialización de las materias primas, en este caso el petróleo, fue un tema central de disputa entre las grandes potencias mundiales. En ese contexto, Norteamericanos y Soviéticos financiaron, armaron y entrenaron grupos militares y paramilitares en Oriente Medio, a fin de controlar la principal zona petrolera del mundo. Eso explica la primera guerra del golfo en 1990, y también la segunda, de 2003, que culmina con la ocupación de Irak y el asesinato de Saddam Husseim.

En tanto una china en crecimiento comienza a fortalecer lazos, e invertir fuertemente en zonas ricas en materias primas, a fin de alimentar la maquinaria económica que le permitía crecer a tasas superiores al 8% anual (las famosas tasas chinas). En América Latina se produce un corrimiento hacia la izquierda, que atraviesa gran parte de los países de la región y genera nuevos alineamientos internacionales. Se crea UNASUR en 2004, en los hechos desaparece el ALCA en 2005, y se debilita el alineamiento de la región con EEUU. Las inversiones chinas en América Latina se hacen cada vez más importantes en diferentes áreas (petrolera y metalífera sobre todo)

Finalizando la primera década del nuevo milenio, se suceden las crisis de deuda de varios países de la Unión Europea (Grecia, Irlanda, Portugal y España), que pone en crisis a la Eurozona, y marca las diferencias entre los países que liberaron la región (En particular Alemania, Francia y el Reino Unido) respecto de países con menores nivel de desarrollo, que no pudieron adaptarse a esa integración, y que ya habían renunciado a su autonomía monetaria, al adoptar el Euro como moneda.


¿Y ahora?


A la crisis de la Unión Europea han sucedido ciertos hechos que marcan esta etapa en el Mundo. El Brexit (2016), como un nuevo paso en el proceso de salida de la Unión Europea, por parte del Reino Unido se suma a varios países que van abandonando el europeísmo y cierran sus fronteras. El triunfo de Donald Trump parece, también, abonar la tesis de que se va imponiendo una política más cerrada de algunas de las principales potencias del mundo.

Mientras tanto, las tasas de crecimiento chino bajaron, y varias economías latinoamericanas frenaron su expansión. Se generó en la región un incipiente corrimiento hacia la derecha (del que hablamos en una columna anterior), proceso del que se desconoce aún su intensidad y magnitud.

Han pasado 31 años y, a diferencia de lo que afirmó Fukuyama, la Historia está más viva que nunca.

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