#VideoBlog La importancia de tu oratoria
La principal herramienta de un plomero son sus pinzas.
La principal herramienta de un tenista es su raqueta.
La principal herramienta de un político es, claramente, su oratoria.
Y conocer a fondo la herramienta es la llave del éxito en cualquier actividad.
Sin embargo, aún son muchos los políticos que no entrenan, que no estudian y que no buscan nuevas técnicas para aprovechar la principal herramienta con la que cuentan, su oratoria y su cuerpo o su lenguaje verbal.
¿Quieres saber por qué es importante tu oratoria?
En 1971, Albert Mehrabian publicó una investigación en la que analizaba el impacto que genera una persona dando un mensaje sobre sus sentimientos o actitudes a otra. Y él llegó a la conclusión de que el lenguaje corporal representaba el 55% del impacto, un 38% era explicado por el tono de voz y las modulaciones y tan solo un 7% por las palabras en sí mismo. Él analizaba la necesidad de generar congruencia entre estos tres elementos para producir una comunicación que genere confianza en nuestro mensaje y, por lo tanto, persuada.
Aplicado a la política, podemos decir la confianza es la base de los procesos de delegación en cualquier democracia representativa.
Por eso, como el uso de cualquier otra herramienta, tu oratoria debe ser entrenada. Pero no sólo eso, debes preparar tus intervenciones públicas, debes aprender a manejar la tensión, debes conocer el terreno en el que vas a desenvolverte, sea este un plató televisivo o la tarima de un acto público.
Y no se trata de parecer otro, se trata de ser tú mismo. O, más bien, la mejor versión de ti. Superar las inseguridades, estar en dominio de la situación, estar preparado para las preguntas y el debate. En fin, se trata de comunicar mejor tus ideas y tus proyectos.
El manejo adecuado de la oratoria es la herramienta más potente para transmitir tu mensaje político. Y, mientras más profesional seas en el uso la misma, serás un mejor dirigente, un mejor candidato y un mejor funcionario público.
Entrena tu oratoria y después, en un discurso, me cuentas cómo te fue.