Ensalada Rusa
Por Federica Mariconda 🇦🇷
Ganó Croacia
En el Mundial de Fútbol Rusia 2018 ganó Croacia por 4 a 2 frente a Francia.
No, no es un error de edición. Usted leyó bien. Es el resultado en materia de comunicación de los mandatarios a la hora de mostrarse frente a una de las vidrieras más importantes que les brinda internacionalmente la FIFA cada 4 años.
Si se fijan bien en la imagen, incluso parece que el presidente de Francia Emmanuel Macron levanta la mano de una triunfadora presidenta de Croacia.
Es que ella, Kolinda Grabar-Kitarovic, supo aprovechar como nadie la oportunidad para desplegar carisma, mostrar identificación con los colores de su Nación y comportarse -demostrando cercanía con su pueblo- como si fuera una hincha más de su selección.
Lució -sin perder prestancia- la camiseta con los colores de su bandera, sonrió en todo momento, y hasta supo capitalizar la derrota abrazando con sentimiento a los jugadores y siendo la primera en felicitar al presidente del equipo vencedor, Macron.
Incluso antes de esto, sus equipos de comunicación se encargaron que el mundo entero se enterara de su actitud de transparencia en la gestión. Pagó de su bolsillo el pasaje para ir a Rusia y ordenó que le descontaran de sus ingresos los días que estaría como hincha de su país.
Gestos, símbolos, actitudes y un estilo que dejaron en desventaja a un Macron que lució tímidamente en su muñeca una cinta con los colores de su bandera y que parecía contener parte de su inmensa alegría frente a la victoria deportiva.
Rusia vs. EE. UU.
Este y Oeste juntos para la foto en Helsinski. Putín le regala un balón del mundial a Trump y éste lo lanza a su esposa. Hasta aquí todo parece tratarse de un empate, pero no.
Ambos mandatarios estuvieron midiendo fuerzas antes de salir a la cancha, lo que hizo que la reunión se realizara 50 minutos (casi una hora) más tarde de lo previsto, para no tener ninguno que esperar al otro.
No cruzaron miradas, menos sonrisas y apenas se dieron la mano en señal de frio saludo ante las cámaras que registraron el momento.
Si se analiza la repercusión en la prensa y las declaraciones políticas tras este encuentro, perdió Trump con goles en contra.
Pese a lucir su corbata colorada (símbolo de poder) y superar a Putin físicamente por varios centímetros, la imagen de Trump parecía debilitarse durante el encuentro sentado en el sillón con sus hombros ligeramente vencidos hacia adelante y las manos en ojiva sobre sus muslos.
Debilidad que parece prolongarse aún fuera de esa cancha ya que en su país, y dentro de las mismas filas republicanas no le perdonan al mandatario que haya consentido que Putin niegue la interferencia de agentes de inteligencia rusos en las elecciones de Estado Unidos.
Quizás en un segundo tiempo Trump logre el empate. Queda abierto este partido donde el mandatario estadounidense podrá tomar la delantera, recuperar su imagen y mostrar que sus gestos quizás responden a preocupaciones geopolíticas y forman parte de una estrategia en aras de lograr futuros acuerdos.
